Evolución

De un día a otro algo había sucedido, el chico se presentó como todas las mañanas en el bar, y se sentó en su sitio de siempre, tomándose su café de siempre, pero había algo que estaba fuera de la rutina ese dia, ella no estaba… ¿Por qué? Normalmente era puntual… en ese momento de reflexión, entró por la puerta dirigiéndose a una mesa cualquiera, con gafas de sol puestas ocultando sus ojos, vestida de forma que marcaba su figura despampanante y caminando con elegancia, pelo suelto ligeramente ondulado y un perfume que saltaba todos los sentidos humanos; era la primera vez, que la veía caminar, la primera vez que la veía decidida, y dispuesta a luchar; cuando se quito las gafas su mirada era profunda y expresiva como siempre, pero distinta, esta vez no expresaba tristeza y soledad, sino seguridad y convección, como si estuviera dispuesta a dejar de pasar desapercibida, y se hubiera levantado con ganas de comerse el mundo, sus ojos parecían más vivos que nunca, clavando su mirada a toda persona que pasaba, y dichas personas quedarse perplejas y confundidas.
Sin esperarlo se levantó y se dirigió hacia el chico le dio una nota, le susurro al oído “gracias” con una voz suave y provocativa, y se volvió a la mesa. El chico atónito desdobló la nota y comenzó a leer “no sé cómo conoces mi playa, mi sentimientos y mis preocupaciones, pero te doy las gracias, gracias por hacerme ver las cosas desde un punto de vista que no sabía que existía, siempre caminaba mirando a un lado sin girarme a mirar el otro, anoche lo hice y descubrí que la playa nunca había estado vacía, era yo que me apartaba del mundo, escondiéndome de la gente, intentando pasar desapercibida, intentando que nadie supiera quien soy, por eso te doy las gracias, porque ya no me voy a esconder más en mí”, y al final de la nota ponía, utiliza este número de 9digitos si quieres conocer a mi eterna lolita escondida…
Cuando el chico levanto la mirada con el corazón acelerado, la mesa estaba vacía, ella ya no estaba…