Ella, rutina

Sentada en la barra de un bar, una mujer, morena de pelo largo, con ojos color miel, y la piel dorada; en la mano una copa de vodka con el carmín rojo de los labios marcados en ella, observa atenta la puerta de entrada, ausente, en su mundo, en su pensamiento… sin darse cuenta de la expectación que tiene a su alrededor, encerrada en una única preocupación, que su mundo de desmorone de nuevo, que tenga que empezar otra vez a construir cada huella marcada en la arena de una playa desierta que solo ella visita, con la esperanza de que algún día se encuentra a aquella persona que quiera formar parte de su paseo, de su rutina, de su vida…
Mientras un chico sentado al otro lado de la barra la observa hipnotizado, coge una servilleta, escribe y se acerca a ella, introduciendo en el bolso de la chica dicha servilleta y se marcha.
La chica inconsciente de dicha situación al llegar a casa encuentra la nota… y al final de 4 versos bonitos lee, “llevo tiempo observando como todas las mañanas caminas por la misma playa, como por la noche vuelves a pasar mirando al mar… mañana cuando vuelvas a ir orienta tu mirada hacia la orilla en vez del al mar, allí estaré yo esperándote con mil conchas marinas y mi corazón para regalarte”

Fuerza!

Un día más soy víctima de mi imaginación, quiero demostrar que las cosas no me importan, no me afectan, y que siguen su curso… pero no es así. He de admitir que echo de menos algo que recientemente tenía, y sé que no lo voy a recuperar porque yo misma me lo prohíbo, me prohíbo pensar, actuar, y hablar. Como muchas otras cosas que me he ido prohibiendo a lo largo de los años, mirar atrás duele y abre heridas casi cicatrizadas, por eso me aferro al presente esperando un futuro donde todo sea diferente a lo pintado en mi memoria todos estos años. Si he derramado lágrimas no es porque me hayan vencido, sino porque sigo luchando, y el dolor de este esfuerzo es tan grande que se transforma en lágrimas recorriendo mis mejillas, y no por ello me considero débil, porque no es más fuerte el que no llora sino el que se permite llorar para desahogar su alma.

Sed!

En una mano una botella de whisky frío, en la otra un mechero sin gas, y entre mis labios un cigarrillo mojado… insisto en encender el cigarro una y otra vez… pero ni el mechero responde, ni este prenderá debido a que estoy bajo la lluvia, empapada a la espera del suceso que cambie mi vida, tiro el cigarro, guardo el mechero y me dispongo a beber del whisky, empiezo a desenroscar la botella y justo en la última vuelta el tampón cae al suelo, como acto reflejo voy a recogerlo y el whisky cae en mis pies… solo pretendía saciar mis ganas de vicio de querer y no poder, de morderme los labios de deseo, de tocarme el pelo de impaciencia, solo quería saciarlos, y la lluvia no me ha dejado, ¿Un whisky caliente me habría hecho más valiente? ¿Un cigarrillo mal fumado me habría quitado el deseo de morder otros labios? No creo, solo sé que me puse bajo la lluvia para calar el cigarrillo, el mechero lo cogí sin gas intencionadamente, y la botella de whisky no se me resbalo, la deje caer… no quiero vicios que el día siguiente me dejen con mal sabor de boca y dolor de cabeza… quiero un único vicio, pero yo elijo cuando, donde y porque.

¿Aguantas más de un minuto mirandome fijamente a los ojos?

Mantén más de un minuto tu mirada clavada en la mía ¿eres capaz? Mis ojos hablan por mí, no me hace falta articular palabra para decirte lo que deseo, quiero y pido a gritos en mi interior… juguemos a observar todo lo que nos rodea, cada detalle de este mundo, cada color, cada luz, cada sombra… y descubramos que en una sombra hay algo más que oscuridad, hay intimidad, pasión y un silencio tan sordo que se hace oír por cada parte de mi cuerpo, recorriendo con un escalofrió un pensamiento delicioso. Quisiera extender la mano y sentir la textura de la luz que sale de la sombra, que me inunden los colores cada curva de mi cuerpo dibujando en él una dulce melodía sencilla, pausada y profunda, que la luz ilumine tu rostro mirándome directamente a los ojos, y ver como tus labios articulan las palabras que mis ojos te dicen…

Corazón aposado...

Lagrimas derramadas en un vaso de vidreo tan transparente que hasta se puede apreciar las penas y tristezas del corazón ahogado y aposado en el fondo, un corazon pequeño y cansado de jugar al pilla pilla con los demás... siempre perdiendo y siendo humillado, se ha convertido en un gran perdedor que todavia lucha por un ganar...

Hoy ha decidido no jugar esta partida...

Un día malo!

Almohada mojada, lagrimas secas en las mejillas, y una larga noche sin dormir, buscando en la oscuridad algo que justifique los hechos, buscando una razón de algo que aun no comprendo... amanece y con ello aparecen las ojeras, la tristeza y se van las ganas de abrir los ojos y mirar al sol! Comienza otro largo día...

Despertar...

Cada persona maneja su vida a su antojo… otros se ven arrastrados y obligados a adaptarse a problemas que van surgiendo, intentando sobrevivir a cada una de las balas que disparan en su contra, procurando que la herida no sea mortal y poder contarlo más adelante como una anécdota y como una experiencia. Llegará el día que este tan frio el corazón que por mucho calor que haga en el infierno este no podrá calentarse, estará hecho en tantos pedacitos que por mucho que quieras coser cada una de sus partes, siempre quedaran cicatrices. En la cabeza, cada neurona gastada en un pensamiento positivo, cientas se centran en uno negativo, consumiendo este buen pensamiento hasta agotarlo… Llegará el momento en que la lucha cesará y el cuerpo caerá en el mar dejándose llevar por la marea sea donde sea que le lleve, sin importarle lo que deje atrás, sin importar que sea de él, y los pies se moverán solos hacia el acantilado, comenzando a caminar entre nubes y empezar a caer, y caer, y caer… hasta despertar…

Sé que en esta vida no se puede tener todo en su máximo potencial, lucho cada día por tener un porcentaje correcto de cada cosa que deseo y me hace sentir bien

Mariposas en el estómago

Escalofrios recorren mi espalda, formando una cadena que envuelve mi cuerpo, me hace estremecer y sentirme bien... caricias en forma de zigzag recorriendo de cada una de mis vertebras con los dedos, alterando cada parte de mi cuerpo y hacerme sentir...



Hoy por hoy soy feliz, y solo quiero una cosa, seguir asi!