31.8.11

Ritmo extraño


Un ritmo extraño comienza a emerger, nunca terminaron de encargar las manos, ni unos labios con otros, todo empieza a no tener salida, aunque desde el principio ya se sabia, no se aposto nada por lo que nadie salió perdiendo.
Aun así, la sensación es tan extraña y desconocida, llamadas dejadas de realizar, miradas poco habituales y perdidas, conversaciones separadas, besos por compromiso y evitando quedarse a solas…
Y llega la noche en la que sin decir nada, solo con un beso en la mejilla se dice todo, el verano ha llegado a su fin, y con él se va todo… maldito otoño que marchita todo aquello que floreció para dejar paso al invierno tan frio como vacío de color.
Y que reflexionar sobre un tema que apenas se hablar, no tengo experiencia alguna que este tipo de pensamientos, acciones y reacciones, por eso ando tan perdida, e intento analizar por donde va a venir el siguiente palo a mi delicada vida. El ritmo no es extraño, la extraña en todo eso soy yo.


25.8.11

Silencio, paz, tormenta estruendo

Desea ocultar el sol, nubes negras en el cielo y tormenta formando tal oleaje que sea imposible navegar. Mala energía recorre su cuerpo, susceptible por cada palabra, cada mirada y cada movimiento.
Desea que este mar en calma desaparezca y que reine el caos aunque sea por un segundo, para desahogar mente y corazón, aun enzarzados en esa eterna lucha. Que la tormenta sea tal activa que ahogue sus gritos y se hagan sordos, que el mar levante agua envolviendo el ambiente, para así poder ocultar sus lágrimas y que se cree tal oscuridad que su rostro desaparezca en ella.
Desea que la mala energía fluya, siga su curso y aparezca la calma tras esta tormenta provocada. Y que es de aquello deseos que se le escapan de sus manos, y que es de aquello que aferra contra su pecho grabándolo en su alma dejando un agujero negro cuando esto desaparece.
Una vez desatada la tormenta, el agujero negro empieza a absorber toda pizca de sonrisa, apagando su rostro, comenzando a escribir, y haciéndole pensar historias, mitad verdad mitad mentira…
Ahora, desea terminar la tormenta, volver a esa playa en la que se encuentra, rodeada de amigos, risas y debatiendo sobre momentos vividos, ahora quiere detenerla y no lo consigue, al menos siempre quedaran ocultos sus lamentos en ella, fiel y cruel tormenta que guarda silencio y penas.


6.8.11

Sol en el horizonte

Sol en el horizonte, el cielo empieza aclarar y ella aún en pie, viendo la noche acabar y esperando un nuevo día, tumbada en la orilla del mar, con sus pies enredados entre la arena, acariciando la marea que comienza a bajar. Sus manos sobre su abdomen, jugando a acariciar su ombligo con el dedo índice. Sin desviar la mirada del sol apareciendo sobre el mar. Le gustaría mirar a su derecha y encontrar a alguien allí, que le agarrase la mano con firmeza y le transmitiera seguridad; pero no desvía la mirada a pesar de que la duda exista. Comienza a deslizar la mano por la arena en busca del contacto de esa mano, cálida y suave que le corresponda la caricia…
Y es posible que si pidiera esa caricia, alguien se ofrecería, pero no quiere caprichos recibidos sino actos inesperados, que la situación surja como un latido de corazón acelerado en el momento que te tocan.
También es cierto que esperar es desaprovechar el tiempo muerto en el que solo la negatividad ronda por su mente, pero si ella es así, no puede hablar ni buscar la caricia. Aunque duda de si está bien como actúa, porque su pasado está basado en andar de error en error como cuando cruzas un rio de piedra en piedra con el miedo de caerte, y empaparte hasta el alma, con miedo de resbalarse y caer…
Sol deslumbrando su rostro, le hace volver a la realidad, ya amaneció y no se percató de ello, cuando se adentra en su pensamiento reflexionando, se olvida del tiempo, de donde se encuentra; olvidando mirar a la derecha, olvidando esa caricia, y olvidando cambiar el ritmo de su corazón marchito, por un ritmo de esperanza…