5.6.11

Admitir errores

Caminando su rutina diaria, dirección a ninguna parte como era habitual día tras día, comienza a reflexionar el giro que ha dado la realidad en la que siempre había creído, de pronto todos sus principios eran catillos de arena hechos en el aire, en un mundo que no era el suyo. ¡Tiene que ser un sueño! Se dice a sí misma, todo lo ve tan confuso, no tiene sed, ni hambre, no le hace falta respirar, ni parpadear, y su corazón ha dejado de latir que se encuentra tan frio como seco de sentimiento, se siente como si no necesitara nada para vivir pero sin embargo caminar se la hace muy pesado e imposible, su cuerpo cada vez reacciona menos; como si su cuerpo se fuera oxidando a cada segundo, paralizando por completo todas las extremidades y dejando al cerebro sin control sobre su cuerpo, limitándose a observar.
Entonces, solo entonces, empezó a ver cosas que antes pasaban desapercibidas, que se le habían estado pasando por alto, errores que hacían que sus metas fallaran, no apreciarse como persona sintiéndose inferior, considerarse falta de inteligencia y llena de ignorancia, y sobre todo esperar que todo se resuelva por si solo o por medio de terceras personas…
Poco a poco empieza a recobrar su movilidad, cada vez que aceptaba cada fallo, cada error, el óxido de sus articulaciones va desapareciendo.
No existe persona perfecta libre de cometer errores, la perfección no existe y siempre habrá alguien superior, pero en su camino es ella la que marca el ritmo, haciendo que su corazón funcione adecuadamente, sintiendo su cuerpo ligero y capaz de caminar todo el sendero, superando las pruebas que le pone la vida.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Autorretrato??

Dulce Locura. dijo...

si, es autoretrato