9.7.13

No se puede ser una más

Hay momentos de debilidad, en los que tú mismo dudas de ser alguien especial o de ser especial para alguien.
Migrañas por pensar diversos finales de un cuento apenas comenzado a narrar, agarrándome siempre al peor final, siendo masoca con mis propios pensamientos, para que la caída sea más leve, o al menos la vea venir.
Si, las ilusiones se esfuman entre tus dedos, cubriendo de dudas y desconcierto tu mente...no es ser positivo o negativo, ni débil o fuerte, es tener experiencias amargas que hacen que amargue un poco las futuras.
Todo sube al igual que baja, la velocidad en la cual se realiza el descenso depende de la intensidad con lo que vivas esa subida de adrenalina, hasta convertirse en un deporte de riesgo, saltando al vacio y caer hasta volver al punto inicial, querer volver a subir. ¿Masoquismo? Es posible, pero esa sensación ya pertenece a mí, me hace vivir.
Y nada más lejos de sentirme una más, intento refrenar las ganas de gritar que soy única, y si fuera así, si fuera una más, no importaría porque sería a los ojos de otros porque para mí ese momento es mío, las palabras, los gestos, los besos, son únicamente míos, que importa si en el futuro no lo sean si lo que importa es el presente.

 El presente se puede alargar todo el tiempo que queramos, puede que nunca se convierta en pasado, solo hay que encontrar el interruptor, para pararlo, dentro de nosotros mismos.

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