Dulce y amargo sueño

Tiene un sueño noche tras noche; esa escena que tanto le gustaba, los dos tumbados en la cama mirándose fijamente a los ojos, diciendo todo sin decir nada, enredándose en las sabanas hasta acabar abrazados durmiendo profundamente; que le conduce al deseo de retroceder y actuar de tal forma que el presente no sea tan gris. Sueña que retrocede años atrás y en vez de huir, dialoga… porque su vida dio un giro inesperado, que le hizo madurar de golpe, y ver el mundo desde otra perspectiva, desde entonces, se siente incompleta, como si le faltara algo en su corazón, algo que dio y no fue devuelto; esperanza, fe, cariño, delicadeza, dulzura… un sentimiento en particular que le hacia ser amable, cariñosa, confiada y afectiva, en vez de fría e inalterable como sirena sin compasión cuando cautiva a un marinero con su canto dulce y atractivo para alimentarse, lo seduce, lo atrae pero luego lo deja tirado, sin mostrarle ningún sentimiento de afecto. Le gustaría poder ser 100% ella, y demostrar que es tan pasional como cariñosa y atenta que un día fue, pero no lo consigue, su corazón solo tiene un latido y es para su propia existencia, alguien en el pasado le robó el otro latido y aún no se lo ha devuelto, y por eso su alma esta tan fría como su corazón, a penas vivo para los demás y realmente activo para ella. Llegará el día en que sea otra vez esa niña cálida, llegará el día en que se vuelva a enamorar, pero ese día no se ve marcado en el horizonte, sino heridas abiertas en sus pies que se deberán currar y cicatrices en los brazos que se deberán borrar, para volver a recuperar la esperanza.